La Iglesia parroquial de San Sebastián es una fábrica del siglo XVIII, que sustituyo a un templo gótico (portada en arco apuntado).
Es de una sola nave, cubierta por bóvedas de cañón con lunetos y arcos fajones, con dos profundas capillas laterales próximas a la cabecera, que, en altura, achaflana sus ángulos mediante dos vistosas trompas a veneradas.
El retablo mayor, dedicado a la Adoración de los Reyes Magos, es una pieza notable del escultor Jorge Erigert (años 70 del siglo VI), aunque muy transformada.
Destacan los retablos barrocos de San Antonio de Padua y la Virgen del Rosario, las tallas de Santa Orosia y de una Virgen con el Niño, el sillón presidencial del coro alto (de recortado copete rococó)y curioso reloj pintado. y los restos de un sepulcro nobiliario medieval.